viernes, 7 de diciembre de 2012

-A esos poetas maravillosos-




La poesía no es un arma, 
suena bien,  pero no es un arma 
-que me perdone el maestro- 
Es la que recoge todo el poder del universo 
en unas sencillas líneas, 
con renglones que hablan de inocencia 
y nada hay más cercano a la honradez y 
a la pureza que nuestro propio futuro. 
Nosotros somos ese futuro, 
testigos de un mañana distinto, 
de todo lo que nos urge, 
de lo que nos han robado con tanta mentira. 
¿Cuántos años llevan mintiendo? 
¿cuántos años llevamos mintiéndonos? 
No se trata de dar un golpe en la mesa y lo sabes. 
Ni de quemar cincuenta contenedores, 
ni de arengar a veinte muchachos que no saben, 
que no entienden, 
se trata de reventar este globo desde dentro. 
Los recortes no son más que apaños, 
parches,  remiendos, 
tiritas para el niño caído. 
Es esta forma de ver el mundo y de manipularlo 
que de nuevo ha fallado, 
y nos ha dado una enorme 
patada en el culo. 



Nená de la Torriente