Por
una vez no diré lo que siento.
¿A
quién puede importarle esto?
Por
una vez no diré lo que pienso.
¿A
quién puede importarle esto?
Por
una vez no daré el abrazo ni el beso.
¿A
quién puede importarle esto?
Por
una vez tendré los ojos bien cerrados.
A
quién puede importarle esto
si
ni siquiera a mí me importa.
La
diferencia entre ser y estar,
entre
hacer y pensar
es
la que tú le concedas,
y
hay días, muchos días
para
todo,
para nada.
Nená de la Torriente