Quiero
de ti esa ternura en canasto,
el
olor de las flores
y
la música clásica,
amaneceres, atardeceres,
niebla
baja y lluvia intensa,
sumas
idénticas
formando
telas de belleza única.
Quiero
de ti la serena prudencia
con
la que preguntas,
con
la que cedes el paso y te detienes,
con
la fuerza que sujetas tu mano
y
me llevas a bailar sobre el agua,
sobre
la nieve, sobre un paraíso
imaginado.
Quiero
de
ti.
Nená de la Torriente