domingo, 9 de diciembre de 2012


Nada da lo mismo 
aunque arrojemos cosas a la basura. 
Entre nosotros, nuestras cosas, 
todas importan,  desde un gesto, 
hasta una palabra dicha en bajito. 




Sólo la importancia cambia. 
Hay auténticos conocedores 
del peso de cada gesto o término dicho,
para no perderse en juicios. 
Otros se dislocan el cerebro, 
o peor aún el corazón,  sopesando mal 
la importancia en las medidas. 
Los hay que levantan un dique de dos centímetros, 
‘hasta aquí me vale’
y de ahí ya nada escuchan. 
Ellos son más fríos,  tapias de entendederas 
a voluntad unas veces, 
 otras por imposibilidad de acuerdo. 
Muchos andan medio cuerdos, 
medio idos, 
haciendo cientos de cábalas con las lecturas 
que se cruzan en sus caminos, 
y otros muchos sencillamente 
hacen un suma y sigue 
sin más pretensiones. 
Pero nada da lo mismo entre nosotros, 
hasta la palabra más pequeña 
dicha en bajito. 

  

Nená de la Torriente