miércoles, 26 de diciembre de 2012


Quise ser piloto de avión 
cuando veía pelis de aviones 
en blanco y negro. 
Exploradora,  cuando alguien 
atravesaba una selva 
con un machete, encontrando 
mil peligros. 
También más bonita, cuando miraba 
a todas las bonitas de este mundo 
sujetándose la melena 
en un sencillo acto femenino, 
tan connatural como dificultoso. 
Nunca me conformé con mi 'graduada' 
imperfección, 
pero tuvimos nuestras charlas,  y
hubo épocas que hasta parecía 
que nos caíamos bien. 

Terminas aprendiendo a vivir 
en un pacto permanente con tu 
lunar,  sin ponerte alzas, 
ni inventando un desacierto 
que no eres;  pero observas 
cómo muchos no transigen, 
y nos venden un Cadillac El Dorado 
por fachada,  y por dentro 
una hermosa amanecida. 

Soy inexacta e irregular, 
incompleta,  a veces confusa y 
descuidada,  fallo,  me equivoco, 
me caigo y me levanto, 
me sé defender,  pero sin acrimonia. 



Nená de la Torriente