cuando
veía pelis de aviones
en
blanco y negro.
Exploradora, cuando alguien
atravesaba
una selva
con
un machete, encontrando
mil
peligros.
También
más bonita, cuando miraba
a
todas las bonitas de este mundo
sujetándose
la melena
en
un sencillo acto femenino,
tan
connatural como dificultoso.
Nunca
me conformé con mi 'graduada'
imperfección,
pero
tuvimos nuestras charlas, y
hubo
épocas que hasta parecía
que
nos caíamos bien.
Terminas
aprendiendo a vivir
en
un pacto permanente con tu
lunar, sin ponerte alzas,
ni
inventando un desacierto
que
no eres; pero observas
cómo
muchos no transigen,
y
nos venden un Cadillac El Dorado
por
fachada, y por dentro
una hermosa amanecida.
Soy
inexacta e irregular,
incompleta, a veces confusa y
descuidada, fallo, me equivoco,
me
caigo y me levanto,
me
sé defender, pero sin acrimonia.
Nená
de la Torriente