miércoles, 7 de agosto de 2013

-Vaga bunda-

La llamaban vaga, 
vaga de día,  vaga de noche, 
la dulce vaga. 
Se entretenía,  y en su risa 
podían contarse todas 
sus lágrimas. 
¡Ay,  la inclemente vaga! 
Soñaba, 
que podía vivir soñando 
toda la vida, 
porque la vida va tan deprisa 
como lo que lleva una cabezada. 
Y gritaba la vagabunda 
sin que nadie la escuchara. 
¡Eh,  vaga! 
Vaga de noche,  vaga de día, 
la charlatana, 
la complacida, 
esa vagabunda siempre nostálgica. 



Nená de la Torriente