miércoles, 14 de agosto de 2013

Alimenta mi fe. 
Dame algo de tregua,  
sostengo el techo con manos inválidas
y mente a intervalos huida, 
ayúdame a vadear este río. 
No es que tenga miedo a ahogarme, 
es que me escuece la ridícula cesión por nada, 
he visto tantas que he aprendido 
a valorar la vida, 
como valoro las cosas grandes 
desde las pequeñas. 
Alimenta mi fe. 
Dame algo de tregua, 
antes de que resuelva mi partida 
de tu mano en mi mano, 
de tu huella en mi pie. 




Nená de la Torriente