-Cuento del
microbio Sebastián-
Soy el microbio
que ha ido recorriendo tu cuerpo año tras año.
Conozco tus
cavidades y el flujo de tu sangre porque es la casa mía.
Mandas naves y
satélites con nombres extraños a saquear mi hogar para invadirme, fulminarme, o engendrar hijos conmigo con cara de tontos.
Ya no sé dónde
esconderme.
Yo amo tu cuerpo,
es el lugar perfecto para mí.
Se lo he dicho a
tu cerebro pero cree que tendré descendencia y que acabaré con sus
reservas.
Tu cerebro es muy
limitado. Muy, muy limitado ¿estudió en un colegio inglés?
Envío esta misiva
a tu corazón generoso para que me deje habitarte.
Nos llevaremos
bien, te lo prometo, porque como yo te amo, nadie va a amarte.
Total, ¿cuánta
vida nos queda? ¡Bombea corazón! Disfruta de esas puestas de sol que aún
siguen emocionándote.
Nená de la Torriente