domingo, 4 de agosto de 2013




¿Cuánto dolor soporta un ser humano? 
Físicamente hasta la pérdida de la conciencia, 
psíquicamente, 
igual. 
Empieza con serias pérdidas de memoria, 
luego tropiezos en el habla,
miradas perdidas, 
estancias largas con un piloto automático 
francamente defectuoso, 
hasta que se produce un sonido 
levemente audible, 
como de un interruptor gastado, 
y todo a tu alrededor desaparece 
y tú desapareces con todo. 
Ya nada duele ni proporciona gozo, 
te has muerto pero sigues vivo. 
Una condena desastrosa. 

No puedes odiar ni revolverte, 
no puedes luchar, 
la costa se va alejando poco a poco 
como si fuera lo más natural del mundo, 
porque ya no estás,  ya te has ido. 
No puedes permitir que nadie 
más te haga daño. 
Nunca. 
Nunca. 



Nená de la Torriente