viernes, 16 de agosto de 2013

-HIPO DE VIERNES-

¡Ay,  Señor,  no nos des otro viernes
que nos veamos en éstas!

A esta señora desmembrada le han salido barbas. 
En ella hemos vivido todos durante siglos; 
siglos de gloria y de hambruna,  de guerra, 
de penuria,  de florecimiento, 
de viejas épocas donde todo eran pinos y ardillas. 
Y ahora a nuestra señora le crecen barbas 
por donde trepan enanos, 
enanos que quieren pastelitos de nata. 
A la señora le visten unos timoratos,  indecisos, 
unos ratoncillos con media cabeza 
fuera de su madriguera 
-aunque para arramplar las monedas 
parezcan verdaderas fieras-, 
y entre pitos y tamboriles no llaman 
nunca al peluquero. 
Los que respetamos a la dama 
estamos asombrados de la desvergüenza, 
alarmados,  frustrados,  cansados,  irritados y 
aburridos de tanto sastre cagón, 
ladrón y achantado, 
y nos limitamos a pegar gritos 
y a arrimar caceroladas. 
Pero a esta dama desmembrada 
se le van rompiendo las costuras, 
y cuanto más empobrecida, 
más ladrones salen a dar el palo. 
Quiero,  quiero,  quiero,  quiero, 
y como hijos mal educados piden 
y rompen más la vajilla,  de la abuela, 
la bisabuela, 
y hasta la del amante inglés 
de la tatarabuela más olvidada. 




Nená de la Torriente