martes, 6 de agosto de 2013

No se ha dormido el verde 
en mi ausencia, 
¡crece deprisa,  crece! 
Bajo el musgo el olor a humedad 
se extiende y el muro habla 
de lo lejano tan cercano ahora, 
en los días de mucho calor. 
La Gabriela sigue negándose 
para que Santa Matilde se 
ensanche. 
Autos con garrafas se detienen 
creyendo que se salvarán con sus aguas. 
¡Tontos! 
Sólo está rica,  fresa y rica, 
la condición del hombre es vulnerable. 
Apenas imagino ya vacas en los prados. 
¡Ponte ahí vacona,  te necesito! 
Ahora la visión es maravillosa, 
esos ojos negros cuajados de moscas 
y esa lengua en busca de pasto; 
me acerco a ella y las moscas me sobrevuelan. 
Me veo reflejada en sus ojos como si fuera 
un espejo convexo. 
He vuelto a casa y no he salido de mi cuarto. 
La condición del hombre busca asilo 
en cualquier imagen de la memoria. 





Nená de la Torriente