miércoles, 28 de diciembre de 2011


En ese rincón mágico me diste un beso, 
no sé si fue el olor de las flores 
o la espesa espuma de las  cervezas. 
Los ingleses de antes eran bajitos, 
no cabías por la puerta; 
yo quise tocarlo todo, 
mesa,  silla,  tabiques,  paredes, 
mis manías –ya sabes-. 
Me gustan las mejillas sonrosadas,  
me recuerdan a Heidi, 
y esa forma de enseñar los dientes 
bonachona y espléndida. 
Creo que el mundo debe,  por mandato, 
reírse más,  o ser asignatura en el colegio. 
Cada día somos más grises, 
obtusos,  bruscos y enojosos. 
Se nos olvida lo bellos que estamos 
enseñando los dientes, 
de esa forma tan bonachona y espléndida. 



Nená

2 comentarios:

  1. Y qué pocas carcajadas.
    Quiero como tú que lo enseñen en el cole :)
    Un beso

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  2. Algún día nos reiremos juntas, mi querida Eva, de lo fácil que es reírse y de lo poco que se estila.

    Un beso grande, grande, de aquí a la luna ida y vuelta.

    Nená

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