-Lapsus matutino-
'Bese usted una rana y
se convertirá en príncipe'.
Las cosas no son como antes,
ahora todo necesita denominación
de origen, garantías,
un par de fotos, de frente, de ‘perfiles’.
Por supuesto conocer su voz
cuenta mucho, y
la manera de mover las manos
-la afectación es importantísima-.
El tamaño del pié
te dirá si es de ciudad o de campo.
La gentileza no te la da la nobleza,
ya la educación no repara en fondos
sólo en algunas formas.
El hombre es una amalgama de pasados
y de presentes hechos cisco.
Así que antes de besar una rana piénsatelo,
una rana es una rana,
pero un príncipe, sabe Dios.
Nená
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