Tus ojos,
deliciosos ojos
color ojo,
son las puntas de mis tablones.
Esta barca sin ellos se hundiría
sin remedio,
se llenarían de sal, de sufrimiento,
de un mar desconocido.
Hay cosas a las que nunca renunciaría,
a mi obligación de ser feliz,
a escribir, a pintar, a recorrer con los ojos
las cosas más bellas,
tantas veces como me de la gana;
y sobre todo a esos ojos color ojo,
que tanto bueno y generoso
me han dado desde la cuna,
y me siguen dando,
y sorprendiendo,
de una manera increíble,
cada día más fascinante
y sugerente.
Un regalo interminable.
Nená
qué bonito! que tu seas también tan increíble y fascinante como siempre, Nená:)
ResponderEliminarGracias bombón, idem.
ResponderEliminarTodos los muas del mundo.
Neni