¿Cómo se envuelve un corazón
para regalo?
¿Boca abajo, boca arriba,
tímidamente trazado?
No tengo costumbre.
¿Qué decir, más allá de dos palabras
que no suene engolado y en almíbar?
Casi todos los poemas de amor suenan
a un te quiero porque me quieres
y es tan infantil que hace sonreír,
así que encontrar una fórmula para
regalar un corazón en papel de regalo,
sin que se escape una burla va a ser difícil,
suena aniñado.
Veamos.
1- Tengo un corazón.
2- Late -ahora lo sé-
3- Quiero regalarlo.
Pero regalarlo no es tan sencillo,
no se puede dar sin más,
puede crear cierto desconcierto.
Un regalo es más que un ofrecimiento,
es un obsequio, un deleite, un homenaje
-y para todo hay que hacer mapas-,
luego debo envolverlo en papel de regalo.
El problema es que no sé cómo hacerlo.
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