miércoles, 7 de diciembre de 2011


El árbol es la referencia, 
la reseña, el relato, la llamada. 
Es el hogar, el punto de partida y 
de llegada, la muesca en el camino. 



El narrador de la historia, 
el amigo mudo. 

Te nace un parque de flores tibias 
que adornan tu raíz y tu pisada, 
y te quedas callado mirándolas crecer 
amparándolas de la lluvia. 

Se han dado besos largos 
detrás de ti, sobre tu espalda, 
al resguardo de tu reserva, 
y les has guiñado un ojo 
con el canto de un gorrión 
y la caída de una hoja lenta. 

Has recibido balas, 
la metralla de una guerra en tu corteza, 
y has suspiro por el hombre  
que se empeña en crear líneas divisorias. 

Has visto cruzar las lunas 
y despertarse a los soles, 
ver crecer el maíz  
y agostarse a los prados. 

Y entiendes porqué buscamos tu sombra 
para leer o echarnos la siesta, 
para hacer el amor o hacernos cosquillas, 
y beber siempre de una buena bota. 


  
Nená

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