jueves, 15 de diciembre de 2011


En este ir y venir farragoso 
te aclara el alma una vela  blanca 
sobre un celaje gris plomizo, 
es un descanso para el ojo. 



Y es que la mente está llena 
de ojos desquiciados 
que acumulan mensajes sueltos. 
Odio los grupos,  agrupaciones, 
colegueos,  integrantes,  amantes 
en círculos viciosos, 
nunca sale nada bueno de eso. 
Un tú a tú directo,  sin lotes, 
que a repartir se escapa más 
inquina que concesiones, 
porque el ser humano es tremendo. 
Si se pudiera olvidar 
por un rato ese trato hembra-hombre, 
sería el recado más directo, 
poderoso, entero, sin tanta medianía 
ni tanto soporífero coqueteo. 
Que las letras se leen de alante atrás, 
no de atrás adelante, 
y hay mucho varón galante que 
piensa que la mujer es alumna,
no alguien de quien aprender un qué,   
como mucho un artículo de lujo. 
-Y él por supuesto un Yedai- 


  
Nená

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