lunes, 19 de diciembre de 2011


Hablar por hablar, departen 
dos que se desconocen, 
y a ojos de otros  
parece un anuncio en chino 
¿qué querrán venderse? 
Una simpatía, 
un quiero conocerte, 
un me aburro y estás tú, 
un me gustas y no sé qué decirte, 
un estoy cansado,  extenuado 
y espantosamente solo. 
Más veces que muchas,  el ser humano 
no se comunica con palabras, 
se confunde con ellas,  se entrampa. 
Conversa a través de gestos. 
Utiliza los ojos, 
las cejas,  las manos,  la sonrisa, 
un ademán rápido o lento, 
el frunce de nariz, 
un leve motín de barbilla. 
Domina un vasto territorio 
de músculos faciales
para establecer contacto,
a veces sin mover uno sólo. 
Hay ocasiones que surge una Llamada, 
un timbrazo entre dos anónimos, 
y saben exactamente 
lo que quieren decirse, 
con un lenguaje 
de arrebato desbordado, 
e inexplicable.  




Nená

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