jueves, 29 de diciembre de 2011


Desgraciadamente las personas 
no crecemos al mismo ritmo, 
ni en la misma dirección, 
por eso hay tantos amigos perdidos 
y tantas parejas rotas. 
En un punto exacto de la vida 
hay un nexo perfecto, 
como dos chimeneas con el mismo tiro, 
con el mismo viento  
y con un precioso humo paralelo. 
Pero la naturaleza es cambiante, 
nos somete a circunstancias comunes  
la mayor parte de las veces, 
y las enfocamos con visiones distintas  
porque somos complejos. 
Hay seres humanos 
que no soportan la diferencia, 
y al primer quiebro,  dan la zancada. 
Otros se sienten chimenea,  clavada en tierra, 
y aunque se crucen sus humos 
se mantienen firmes. 
Un poco intoxicados,  con algo más de tos, 
pero al lado de su otra chimenea 
también saturada por un humo que no es el suyo. 
Así es el mundo de los fogones, 
unos se van, 
y otros se quedan. 


-Parece simple,  pero no lo es-



Nená

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