Desgraciadamente las personas
no crecemos al mismo ritmo,
ni en la misma dirección,
por eso hay tantos amigos perdidos
y tantas parejas rotas.
En un punto exacto de la vida
hay un nexo perfecto,
como dos chimeneas con el mismo tiro,
con el mismo viento
y con un precioso humo paralelo.
Pero la naturaleza es cambiante,
nos somete a circunstancias comunes
la mayor parte de las veces,
y las enfocamos con visiones distintas
porque somos complejos.
Hay seres humanos
que no soportan la diferencia,
y al primer quiebro, dan la zancada.
Otros se sienten chimenea, clavada en tierra,
y aunque se crucen sus humos
se mantienen firmes.
Un poco intoxicados, con algo más de tos,
pero al lado de su otra chimenea
también saturada por un humo que no es el suyo.
Así es el mundo de los fogones,
unos se van,
y otros se quedan.
-Parece simple, pero no lo es-
Nená
palabras asombrosas.
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