Somos otoño, amiga,
aunque nos pintemos los labios
y nos colmemos de crema.
Una hoja sobre otra,
otra sobre aquella,
vamos sumando amarillos
con distintas escalas.
Bellas aún por fuera,
pero a pedacitos secas.
Hemos visto muchas cosas,
no hemos aprendido todo
de una dulce manera.
Hemos cargado con cruces,
hundimos las manos en tierra,
arañamos greda en hondura
para sembrar semillas,
que se ondularon a ras, muy cerca.
Áridas mañanas, noches cálidas,
noches frías, felices mañanas.
De todo ha tocado a nuestra puerta,
porque somos otoño, amiga.
Nená
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame