lunes, 16 de julio de 2012


Veleros blancos, pañuelos 
sobre el azul navegante. 
La virgen del Carmen 
y un ramo de flores por cada 
roto en el agua. 
Guías con agujas enhebradas 
de espuma salada, 
van formando 
su falda. 
Olas sesgadas,
sesgadas líneas 
hacia la puesta de sol. 
Y un rezo infinito 
en el extremo del alma, 
que el resto se achica en llanto 
por la desdicha que nos sobrevuela. 




Nená de la Torriente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame