lunes, 30 de julio de 2012




Este andancio te ha llevado 
a la tristeza de los hombres, 
contagiosa y pertinaz, 
insufrible y desalentadora. 




Súbete al carro,  entre la hierba verde, 
estos bueyes son fuertes 
nos  sacarán del camino. 
Deja de escuchar.  
Muchas palabras se inventaron 
para ser desatendidas, 
pero escrutamos cada una de ellas 
como colegiales pasando la lección. 
¿No era divertido mirar el campo 
mientras don Antonio explicaba 
el origen del mundo? 
El origen del mundo 
estaba allí mismo,  en el brotar 
del grano,  en el vals de las mariposas 
juguetonas,  en cada parpadeo de agua 
y de sol. 
Súbete al carro,  vente, 
no dejes que te envuelvan los quebrantos. 





Nená de la Torriente

2 comentarios:

  1. Uffff... ¡quería comentarte ésta y lo he puesto en la de abajo!!!. ¡Qué metedura de pata!!!!.
    La otra también es preciosa, que conste...

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  2. Me alegra tanto que me comentes, que puedes equivocarte tooooodas las veces que quieras.
    Besucos,

    Nená

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