Es
triste verte sonreír.
Ya
sé que suena mal
pero
sonríes amargo,
como
esas bebidas densas.
Ojala
que rieras, que rompieras
en
ruido la sala de parte a parte,
como
una catarata que no cesa
en
su caída libre.
Qué
no daría por un chasquido roto
de
tu garganta,
un
parpadeo, una arruga amarrada
como
un ojal a tu rostro,
una
risa pequeña,
un
gozo sincero.
Un
aleteo de alas bravas,
porque
las tienes,
porque
son enormes,
porque
hace mucho que no las extiendes,
porque
te quiero,
y
porque es triste sólo verte sonreír.
Nená de la Torriente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame