Cuando
me acuerdo de mis perros,
de
los perros de mis cariños,
de
los familiares, de los que se han ido,
de
sus ojos llenos, de su entrega,
de
todo lo que incondicionalmente
nos han dejado,
me
siento como una aturdida partícula.
Me
preguntas por qué te llamo cacho perro,
porque
eres así, como ellos,
sin
dobleces, bienintencionado y sin costuras.
Los
ojos intensos de Porro,
la
bondad de Kien,
la
inteligencia de Pisga.
No
los nombro a todos porque lloro más
y
flaco favor les hago,
me
lamerían la cara si pudieran
pero
enojados, seguro.
¿Qué
parte del animal se escapa
y
nos convierte en bestia?
Nená de la Torriente
Joder, Není, qué pregunta final más taladrante.
ResponderEliminarNo sé que orientación darle a la misma, si filosófica, si biológica, si entomológica.
Animal sí me considero y perro también, a tenor de mi olfato.
Un lametón, Není.
Recibido!. So cacho perro.
ResponderEliminarBesucos,
Není
Qué buen perro y qué guapo el jodio. Besos Neni.
EliminarY tú le trajiste, como una bola mini Kien. Tengo una foto de él así. Este verano te la llevo.
ResponderEliminarUn beso de kilómetro y medio.
Neni