martes, 31 de julio de 2012


De tanta magia confundo                    
los aromas. 
Ser feliz debe de ser esto. 
Hablarle a las piedras y a los 
helechos,  acariciar el musgo, 
aspirar el lenguaje del aire 
y entenderlo todo, 
como si hubieras nacido 
para este lugar concreto, 
siendo parte y raíz. 
Ya ni mi pecho pita 
con la humedad de la noche, 
y hasta salgo a correr en camisón 
por el prado. 
Aquí todo me invita,  me incita, 
me explora. 












Nená de la Torriente

2 comentarios:

  1. Donde nos sentimos tan bien, quizás hayamos estado antes, en otra vida...
    Disfruta de esa felicidad.

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  2. Fue donde pasé una niñez fantástica, unos veranos inolvidables. La tierra materna. Justo anoche hablábamos de la reencarnación, y de esa charla salió un poema churro que ahora publicaré, así que sepas que nada tiene que ver con tu comentario. Un besazo enorme coeliquore,

    Nená

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