sábado, 14 de julio de 2012



   
Marinero en la ciudad, 
experto en nudos. 
No busques espacios abiertos, 
mira el movimiento constante 
y recuerda el enredo de las olas, 
no es tan distinto. 
Tu mirada perdida 
puede ver a la ballena blanca, 
a los atunes saltando,  o escuchar 
el estruendo del mar entre las rocas, 
el murmullo constante 
del golpeteo del agua en el casco. 
Todo puede mirarse 
con esa mirada abstracta, 
cegada,  borrada,  ajumada, 
reveladora,  elocuente o fantástica. 
No busques mirar,  sólo mira 
lo que quieras hallar 
frente a tus ojos. 

S  u  e  ñ  a 




Nená de la Torriente

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