Cuando
mañana mude la aurora,
del
lila al rosa, del rosa al ámbar,
del
ámbar al azulino,
buscaré
en la línea ondulante
de
un horizonte lleno de preguntas
cual
es la tuya.
No
me la quedaré.
Pero
me agradará saber que a todos
nos
espera una,
una
nueva inquietud,
tal
vez una ilusión,
un
pálpito de esos gitanos
que
nos revolucione el alma.
No
es que nunca sea tarde,
es
que no hemos comenzado.
Nená de la Torriente
¡Qué bonita!!!!. Infunde muchos ánimos para el camino: me subo al carro. Gracias, bella.
ResponderEliminarJajaja, tú si que ti'es que ser bonita.
ResponderEliminarMuases enormes,
Nená