Cuando
tratas de correr hacia atrás
te
haces un lío,
y
es que la naturaleza entera
te
está llamando imbécil.
No
es tan complicado, párate,
detente.
Yo
me descubro untando tostadas
con
mermelada de naranja amarga
-me
gusta la mermelada de arándanos-.
La
vida no siempre apetece
de
una forma plena,
pero
no insistimos en ver arándanos
en
las rodajas naranjas de la mermelada.
Hoy
he sonreído como todos los días,
he
visto como una mujer corría detrás de su perro
y
éste, de golpe, giraba a su encuentro,
como
si hubiera tenido una revelación:
¿qué
hago yo sin mi ama?
Aprendemos
despacio, a veces,
otras
demasiado deprisa,
tanto
que no entendemos el juicio
que
nos llevó a la tesis,
pero
no debe importar mucho
porque
seguimos avanzando,
sin
querer recorrer hacia atrás
ningún
camino ya vencido por el tiempo.
Nená de la Torriente
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