-Amigas-
a Chelo y Anna
Hoy
te abrazo a ti
aunque
me levantes la cartera,
no
sé otro modo de darte los
veinte euros que llevo encima,
sin
que te sientas herida.
Sé
que no es lógico,
pero
tú te irás con ellos
a
comprar lo que necesites
y
yo me haré la despistada
-nunca
diremos nada-
en
el fondo sabes que lo sé
hasta
quizá que sea el único
modo de ayudarte.
Mañana
apoyaré mi cabeza
en
tu hombro y estarás allí,
aguantando
mi pelo húmedo
y
mi mente extraviada,
dejándome
hablar e invertir
el
pensamiento
en
una eclipse fantástica,
sin
decirme ni una vez ‘sos una loca’.
Y yo
te lo agradeceré
con
esa sonrisa dulce
amable
siempre,
y
dos o tres tazas de té caliente.
Nená de la Torriente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame