jueves, 19 de julio de 2012


Cierra la puerta 
si vienes a encender una tiniebla. 
Que los alegres no sepan 
lo que esconde el atraso y 
la negrura. 

Cierra la puerta 
si vienes a golpear a la inocencia. 




Que los sencillos no conozcan 
lo que escuece crecer con libranzas 
de desprecio y de vileza. 

Abre la puerta 
si vienes a brindar una ternura. 
Que todos participen y vean 
lo que es de cuna y ancestro, 
algo de dentro: la sutileza. 

Abre la puerta 
si vienes a ofrecerte como amigo. 
Que los curiosos escuchen y vean 
que no tienes nombre ni raza, 
ni condición,  ni asamblea. 
Que la naturaleza de la encina 
es tu naturaleza,  y la del mar, 
y la de la montaña y su esencia. 




Nená de la Torriente

2 comentarios:

  1. un poema como abrir la puerta (o quizás tambien como cerrarla, diría el gran roberto...
    un gusto leerte. mi saludo

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  2. Lo mismo Hugo. Pero leerte, me creo que es mayor placer para mí.

    Nená

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