Cierra
la puerta
si
vienes a encender una tiniebla.
Que
los alegres no sepan
lo
que esconde el atraso y
la
negrura.
Cierra
la puerta
si
vienes a golpear a la inocencia.
Que
los sencillos no conozcan
lo
que escuece crecer con libranzas
de
desprecio y de vileza.
Abre
la puerta
si
vienes a brindar una ternura.
Que
todos participen y vean
lo
que es de cuna y ancestro,
algo de dentro: la sutileza.
Abre
la puerta
si
vienes a ofrecerte como amigo.
Que
los curiosos escuchen y vean
que
no tienes nombre ni raza,
ni
condición, ni asamblea.
Que
la naturaleza de la encina
es
tu naturaleza, y la del mar,
y
la de la montaña y su esencia.
Nená de la Torriente
un poema como abrir la puerta (o quizás tambien como cerrarla, diría el gran roberto...
ResponderEliminarun gusto leerte. mi saludo
Lo mismo Hugo. Pero leerte, me creo que es mayor placer para mí.
ResponderEliminarNená