miércoles, 16 de enero de 2013


Ya sé que no lo entiendes, 
lees el verso y gravitas 
como si hubiera escrito 
una blasfemia. 
Ya sé que tú tampoco, 
buscas el modo de atraerlo a ti 
haciéndolo cojín de tu chaise longue, 
y piensas,  ‘tonalidades semejantes’. 



No me importa, 
soy egoísta y escribo  
para lo que hay debajo de mi piel, 
casi a oscuras, 
para la segunda voz 
que sale de mi boca, 
tal vez para la tercera 
que no asoma,
y me conformo con 
recostarme entre ellos sabiendo 
con qué intención los escribo. 



Nená de la Torriente