jueves, 3 de enero de 2013

-Con todo mi cariño a Batania-




A veces Neorrabioso parece que se equivoca,
pero no lo hace. 
Él escribe en sus muros,  sus tapias, 
porque son suyos,  son suyas, 
ellos le aman,  ellas le aman, 
por eso aún no le han pillado 
-lo sé de sobra-, 
‘A NADIE LE IMPORTA TU NADIE’, 
pero eso no parece ser cierto. 
Puede aparentar que a nadie le interesa tu cuita, 
la sombra que dibujas en la acera, 
pero eso no es cierto. 
Son apariencias como miedos, 
bufandas para cubrir 
tantas cosas,  que olvidas que 
son bufandas para el frío. 
Hay personas detrás de tu sombra, 
anónimos para ti, 
personas imperfectas,  nadies*,  como tú, 
que les importan otros nadies,  aunque te parezca 
algo increíble, 
la fórmula de un vendedor de embustes. 
Pero es lo cierto. 
Si esos nadies supieran 
que existen otros nadies, 
que realmente darían lo que fuera 
por estar un rato al lado suyo, 
escuchando, 
siendo abrigo, 
recibiendo en ese acto ALGO 
para dejar de ser NADIE y convertirse así 
en un pacto de algo común, 
se sorprenderían. 
Y porque Neorrabioso casi nunca se equivoca 
vuelvo a leer la frase y la leo con claridad: 
‘A NADIE LE IMPORTA TU NADIE’, 
y ahora si la leo bien, 
¡claro que le importa! 
¡Qué tonta estoy! 



Nená de la Torriente

* Licencia grotesca.