sábado, 19 de enero de 2013

-No te enojes conmigo-


No es un secreto… 
En esta última etapa 
a veces sólo floto, 
y no son cosas tuyas. 
Abrir la boca sin oleaje 
no es una visión descabellada. 
La vida cansa y tú lo sabes, 
aunque te vayas quitando antiguos embalajes, 
pero te cansas de ser tú, siempre tú 
y a solas. 
Antes era difícil entender porqué 
resultaba tan extraña, 
pero eso dejó de importarme 
cuando dejó de importarme 
que me entendieran. 
Se llega a un consenso sencillo, 
una ceguera pactada,  ver la maravilla 
y no el cristal de punta,  el clavito 
sin cuadro,  el arrastre de ruedas. 
Y ves la maravilla 
¡Oh sí que ves la maravilla! 
¡En todas partes hay cucharones de cielo, 
deliciosas porciones de tarta, 
verdaderos encuentros! 
Y deseas compartirlos. 
A veces lo consigues y otras no sabes 
cómo hacerlo. 
Vivir tiene raciones de sobra para 
ser inmensamente feliz, 
pero  algunos hemos comido 
demasiada tarta 
y la vida nos cansa,  y tú lo sabes, 
aunque nos vayamos desprendiendo 
de pesados menhires, 
y aunque seamos conscientes de
que queda mucho por descubrir. 



Nená de la Torriente