viernes, 18 de enero de 2013




Dicen que el perro no siente, 
y lo dice el que le da una patada 
por recreo,  y dos,  y más aún goza. 
Dicen que el perro no piensa, 
y lo dice el que coge el coche 
bebido,  y pasa de un balcón a otro 
para entretenerse. 
Dicen que el perro no extraña, 
y lo dice el que mata a su mujer 
y después se suicida 
-nunca invierte el recorrido-, 
o el que ahoga a sus hijos 
porque le estorban. 
Yo digo que el perro es un corazón 
con cuatro patas,  que te sigue fiel 
a donde vayas, 
que es más listo y diligente 
que la inmensa mayoría, 
y que sólo ataca si es necesario, 
nunca por celos o por dicha 
-a no ser que sea una raza 
de condición agresiva- 
Animales ambos,  perros y humanos. 
Sólo espero que no suceda,  y 
que jamás me den a elegir. 



Nená de la Torriente