miércoles, 2 de enero de 2013


Soy una mujer creyente.  

Creo en el ser humano a pesar de ser 
tan defectuoso,  maleable, egoísta, 
caprichoso, impredecible. 

Creo en la capacidad de sacrificio 
y en la de resistencia, 
ambas,  válidos principios 
para aprender a amar 
cuando no se tiene otra suerte 
de herramientas. 

Creo en que no debo creer en la suerte 
ni en el destino,  o estaré perdida 
irremediablemente, 
porque creo en mi libertad 
por encima de todas las cosas.

Creo en los ciclos y en que las penas pasan 
y que no gozar de las alegrías es de imbéciles. 
Creo que vivir es un instante, 
y que no se debe mentir a los instantes, 
porque no puedes pedirles  excusas después
volver no vuelven. 

Creo que acomodarse es construirse un nicho 
y dejar de luchar es ser un cobarde, 
como gallina es el que niega lo que siente 
o dice que no sabe que no entiende. 

Creo que muy pocos se dejan seducir por sus ideas, 
que las toman prestadas, 
que se suman a banderas ya en uso 
-o en desuso-, 
que las personas no se escuchan a sí mismas 
porque tienen miedo a no ser aceptadas. 

Creo que hay que perder el miedo al ostracismo, 
porque tampoco se vive tan mal a cierta distancia. 



Nená de la Torriente