lunes, 14 de enero de 2013


Volátil. 
Ligero es el amor que no lucha 
que no aprende a hacer el ridículo, 
que no sabe ponerse zapatones de payaso. 
La tutela de pasiones es quebradiza 
porque el fuego se sofoca 
y queda en delicada brasa, 
que en nada se extravía. 
Se lucha,  se batalla siempre, 
o el amor se convierte en una palabra bella, 
una intención, 
una petición de principio, 
un pequeño verso dentro de un poema. 
Sí, 
hay que saber pelear para pronunciar 
un te amo, 
por eso se reserva tanto 
y se acude a los te quiero,  que son 
afectos que la común naturaleza nos otorga. 



Nená de la Torriente