miércoles, 9 de enero de 2013


‘Lo bueno que tiene la libertad es que permite
 decir lo malo que es no disfrutar de ella.’
                   Anónimo

Lluvia de pañuelos blancos 
y tú en medio de la calle, 
sonrojadas tus mejillas, 
pálidas tus manos, 
dejando que te cubran telas, 
delicadas telas, sinuosas. 


Finos paños extendidos 
como plumas en su pausada caída. 
Madre corre hacia ti, 
‘¡hija si del cielo bajan telas, 
podrán caer también piedras!’ 
Tú no la escuchas. 
Sólo sientes y giras, 
y bailas,  y fantaseas. 
Pero madre tenía razón,  y tras 
la levedad de esa lluvia 
comenzaron a caer sillas. 
Tú te quedaste clavada en el suelo 
con una de sus patas, 
pero jamás vimos ninguna, 
una sonrisa 
más complacida y bella. 



Nená de la Torriente