martes, 15 de enero de 2013



Sólo tú llegas a casa 
en el momento justo, 
el día que estoy muriendo 
o el día que me deshago en cantos 
como una auténtica soprano. 







Sólo tú me intuyes 
de entre todos los hombres, 
de entre todas las mujeres 
y yo me entretengo en nimiedades 
de otros varones que ni siquiera amo, 
y observo –sin ningún interés- 
pentimentos que tengo que ir limando 
de la vida de algunas mujeres. 
Sólo tú estás presente 
cuando me faltan las fuerzas. 
Eres tan cercano que me sorprendes, 
por eso no quiero verte 
ni quiero cruzarme contigo. 
Tú eres lo que más me asusta de este mundo, 
lo más verdadero que desconozco, 
me da miedo, no sea que me convierta 
en una mariposa. 



Nená de la Torriente