domingo, 6 de enero de 2013


-A veces es más sencillo-


El corazón es una orquesta 
una gran casa con sus pequeñas 
y grandes piezas. 
Todas esenciales,  los primeros y segundos 
violines, las violas,  los violonchelos, 
los fornidos contrabajos. 





Las ilustres arpas,  el ligero flautín, 
las flautas,  los oboes,  la familia fagots, 
y la otra sangre,  la de mis amadas trompetas, 
trompas y trombones, 
y al fondo los poderosos,  y glotones, 
los timbales,  los platillos, el bombo,  el gong, 
el xilofón que llora y el tambor que oímos 
al apoyar la oreja en el pecho amigo, 
Pom pom    pom pom
Ese que nos dice que todo funciona 
y nos hace sonreír, 
girar ciento ochenta grados la cabeza 
y a la carrera ir en busca de una tapia o de un altillo 
para darnos un beso, 
siempre cosidos de la mano 
casi sin aliento. 



Nená de la Torriente