Hay
amigos que levantan el brazo,
un
saludo a cierta distancia.
Amigos
del guiño fácil
sin
parada en la acera.
Amigos
de taberna, de charla
insípida
pero pacífica.
Amigos
de tasca de siempre
de
conversaciones revueltas.
Amigos
que dicen 'déjame hablar'
y
les escuchas.
Amigos
que jamás hablan y
permanecéis
callados.
Amigos
de diálogos imposibles
que te dejan buen sabor de boca.
Amigos
que te dicen ‘no me cuentes
esas
cosas’,
y
comprendes que hay tapias
más
amigables.
Hay
amigos que buscan siempre alguna cosa.
Amigos
que necesitan ser amigos,
amigos
que desean pertenecer a un sitio.
Y
amigos que piensan que sin tiempo
a
sus espaldas, no se puede ser amigo.
Hay
también otros amigos
que
son tan increíbles
que
nadie les toma en serio,
son
cuestionados porque nadie haría
lo
que ellos hacen,
y
no se entiende tanta entrega,
son buenas personas que no necesitan
llamar a ninguno amigo.
Nená de la Torriente