Ahí
entre piedras y losas planas
van
mis años, junto a los años
de
tus años, y la poca sal que dejan
las
lágrimas en su peregrinar hacia
el
suelo.
Yo
te busco, y me busco, en cada piedra suelta,
como
el que busca una intención
y
un perdón que nunca va a dispensarse.
Pero
quién sabe, cualquier joya ha podido
perderse
en el camino,
y
a estos ojos les gusta despistarse
y
seguir rebuscando,
aunque
sólo sea para formularse preguntas.
Nená de la Torriente