jueves, 17 de enero de 2013


Me maravillo de todo 
lo que alcanza tu boca, 
como una jirafa alcanza siempre 
los primeros frotes. 
Cómo la luna te persigue a ti, 
dejando un rastro de vagas nubes 
como una fugaz en pleno viaje. 
Por qué te eligen a ti los pájaros, 
los gatos,  los amaneceres, 
en la orilla de un voz que 
no protesta. 
Será que saben que por dentro llevas 
al eterno combatiente, 
y sabrás protegerlos a todos. 



Nená  de la Torriente