lunes, 7 de enero de 2013


Venderse a los 
que miden la poesía al peso. 
A la adjetivación sofisticada, 
al rizado oleaje de una expresión 
que podía revelarse limpia. 
Tanto tienes,  tanto vales 
¿Cómo te llamabas? 




Dame un solo poema 
que me rompa por dentro, 
y en él veré a un poeta. 
No haré cuentas con los dedos, 
porque no entiendo la poesía 
de ese modo. 
Se vive en poesía, 
se siente poema en cada cosa, 
es un tipo de sangre,  roja 
como todas,  pero que hace 
existir de otra manera, 
mirar de otra manera, 
besar de otra manera. 
Se es poeta, 
no se adoptan las formas 
de la poesía. 
Lo otro,  es ser un profesional del verso,  
un artista. 


Nená de la Torriente

-Por eso siempre repito:
 ‘No es lo mismo un poeta que un poema,
aunque hay excepciones’-