No
todo es perfecto
hay
cosas irregulares,
parcialmente
diferentes,
limando
la imperfección
en
su condena de formas.
Éstas
conviven con la correcta armonía
de
líneas y curvas suaves, labradas,
casi
celestes, con medidas únicas.
Se
deciden a compartir mesa,
almohada,
asiento y esperanza
con
aquellas otras formas precisas,
que
tachan su imprecisión como una falta.
Pero
esa difícil formación de líneas inexactas
contiene
en sí misma una imponente y singular
belleza
propia.
Así que quizá sea mejor que seamos cautos:
¿Perfección, imperfección, de qué estamos
hablando?
Nená de la Torriente