Donde
estés.
Hagas
lo que hagas.
Hables
con el deje que hables.
Digas
las palabras con el orden que quieras,
sujetes
el pan con una mano u otra.
Bebas
etílico o agua, te achispes lento
o
demasiado rápido, seas gracioso o sieso,
yo
te espero.
Porque
en un banco frío de piedra
te
dije al oído, muy bajito, un te quiero,
y
esas cosas son muy serias.
Nená de la Torriente