¡Impares
amigos
hagamos
una timba!
que
tanta burda mano de cartas
no
nos amilane.
Ya
lo decía Pitágoras, el uno es la Verdad,
el
dos la Opinión, algo hemos ganado
en
esta rueda de reconocimiento.
Se
cansa uno de tanto traslado de corazón
y
respira aliviado pensando soy mío
y
me regalo cuando quiero.
En
este toc toc, que el tic tac sea del reloj,
y
que la marea suba o baje con carga de peces.
Que
las varas de avellana –inmejorables cañas-
están
mejor mirando a la luna
flexibles
y colmadas de sus frutos
con
el pie en el suelo y el sonido de sus hojas
anunciando
la lluvia.
Nená de la Torriente