martes, 8 de enero de 2013



Ahora que baja la niebla, 
lo simulado verdadero 
se subasta más caro. 
Somos raíces levantadas, 
sueños desnudos, 
almas que tocan el cielo 
sin llegar a finarse los cuerpos. 





Se vendimian los versos, 
los más confusos,  los desterrados, 
los que siempre han querido contarse 
tantas cosas,  y no les hemos dejado. 
En esta confusión de alientos 
mi yo abjura,  me llama embustera, 
dice que nunca he creído en un te amo 
fugado de labios de un hombre. 
Y yo,  paciente, 
espero a que levante esta boira. 
  



Nená de la Torriente