Pequeñas manías,
como vides llenas.
Uvas rojas, blancas.
doblando las quimas.
Graciosas hojas que curvas
redondean gitanas la fruta.
Pero llega la noche
y esa enorme carga de deliciosa uva
se convierte en sombra monstruosa.
La pequeña manía en complejo ciego,
La pequeña manía en complejo ciego,
en trastorno,
y aquellas curvas graciosas
de hojas gitanas,
en puñales más mortales
que siniestros.
que siniestros.
Se acaba la inocencia,
el color tibio de las cosas,
sólo queda desconfianza,
miedo a ser herido,
a ser maldecido,
a ser robado,
y siempre se va un paso
por delante hiriendo,
para no medir el suelo.
Nená
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