martes, 10 de enero de 2012



Hombres que  almuerzan 
seres humanos, 
meriendan personas indecisas, 
cenan sensibles y tibios 
con la voracidad del lobo. 
La naturaleza se muestra generosa, 
da,  siempre sorprendente, 
inesperada,  para bien,  para mal, 
pero da. 




El hombre da un céntimo,  y
si se le cae del bolsillo, 
pero arrampla con todo 
lo que encuentra a su paso.  
¿Cómo no me has dicho que estoy guapo? 
¿Cómo no me hiciste un regalo? 
¿Cómo no te acordaste de tal fecha? 
Son los peores. 
Los de las preguntas 
suelen ser los que menos dan, 
los que siempre esperan. 
Si vas a decirme que hago algo mal 
dime también lo que hago bien, 
por proporción lógica 
-si no,   me dejas sin distancias-, 
de nada me sirve saber sin dos extremos. 
El hombre engulle seres humanos, 
despilfarra siempre todo lo que encuentra. 





Nená

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame