lunes, 9 de enero de 2012





Me cuelo dentro 
albina esposa, 
y dejo caer los codos, 
albos también, 
por sus curvas redondas. 




Mía es la luna dentro de ti, 
en tu vaso el hielo 
y en el hielo ella, 
nevada y fría. 
¿Te casarás conmigo? 
No me importa 
que sepa a whisky tu boca. 






Nená

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